El mundo está de luto. Las letras lo están también. Murió el viejo bardo, Don Mario, el Benedetti, después de una lucha larga por su vida, vida que vió partir a su esposa Luz, hace tres años.
Se fue a los 88 años años en Montevideo, su tierra, luego de atravesar por esa situación de dolor, una agonía causada por un fallo intestinal.
El periódico El País publica en su portada la ída a destiempo del poeta de los poetas.
Por un lado triste. Por otro agradecido porque Mario nos deja de herencia toda su producción literaria, sus ideales, sus pensamientos, su sentido del humor y su alegría.
Váyase en paz, Don Mario, váyasa en paz.
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