Tranquilidad. La desesperación conlleva al precipicio.
El periodista Juan Carlos Jiménez publica en blog fuegoalalata.net, que el locutor Janeiro Matos negó que haya autorizado poner su nombre en una lista inventada de cronistas de Nueva York que apoyan a un aspirante a la presidencia de Acroarte.
"Quiero dejar constar que ha sido un atrevimiento poner mi nombre ahí, yo no le he dado ese consentimiento a nadie, además no he hecho público mi respaldo a algún candidato de Acroarte", expresó el anfitrión del talk-show radial "Área 809", que se transmite por La Mega FM, de Nueva York.
Muchos periodistas, pero muchos, serios y honestos que aparecen en la lista, se han comunicado conmigo para decirme lo mismo, que no han autorizado a nadie, ni en Santo Domingo ni en NY, para plasmar su nombre.
¿Cómo se llama esto? Si fueramos hablar jurídicamente estaríamos ante delito. En el argot periodístico constituiría un plagio.
Utilizar un nombre de otra persona sin su propia autorización es, sin lugar a dudas, un hecho grave, una maña imperdonable, además de una mentira pública.
En modo alguno el proceso eleccionario debe llevarnos a la desesperación. Hay que actuar con sensatez. Esto pasa, luego quedamos nosotros.
Es bueno recordar la parábola del clavo en la pared.
Después que usted hace tantos hoyos, puede retirar el clavo, pero la herida queda.
Todos los días pido a Dios que a los cronistas que nos apoyan le de inteligencia y sabiduría para poder discernir entre lo bueno y lo malo, y actuar con prudencia, respeto y comedimiento.
A los que conyunturalmente nos adversan, cordura y luz para que entiendan que esto pasa, y que seguiremos siendo grandes amigos.
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