Feliz Vinicio Lora
Me están pidiendo que publique más informaciones sobre el espionaje telefónica en el país.
Recibí varias llamadas al respecto, de gentes interesadas en el tema.
Pues bien. Estoy escribiendo, o mejor dicho, tengo escrito en un 90 % un libro sobre el espionaje telefónico en la República Dominicana.
Es un tema espinoso. Escabroso.
Claro está que en modo alguno me voy a matar el "gallo en la funda" haciendo público detalles que me han costado trabajo obtener, pero permitánme decirle que el asunto es espeluznante.
De cómo hay un negociazo soterrado de gentes que graba conversaciones con equipos tecnológicos de punta, que pueden grabar durante un mes las 24 horas del día, sin que la víctima pueda advertirlo.
En una conocida plaza del centro de la ciudad existe una tienda que venden aparatos para interceptar llamadas, clonar teléfonos y hacer que, por ejemplo, si te llaman a tu número al mismo tiempo suene en otro aparato celular que ya le ha sido vendido al que solicita el servicio.
Antes, el espionaje telefónico estaba circunscrito a un personaje muy recordado en el país, o vamos a decir a dos personajes, pero ya existen muchos otros que ofrecen ese servicio.
Es así como recientemente un empresario del ramo automovilístico logró obtener una conversación telefónica de su esposa con otro comerciantes de vehículos, imagínense ustedes la que se armó. Ya seguiré con el tema.
Recibí varias llamadas al respecto, de gentes interesadas en el tema.
Pues bien. Estoy escribiendo, o mejor dicho, tengo escrito en un 90 % un libro sobre el espionaje telefónico en la República Dominicana.
Es un tema espinoso. Escabroso.
Claro está que en modo alguno me voy a matar el "gallo en la funda" haciendo público detalles que me han costado trabajo obtener, pero permitánme decirle que el asunto es espeluznante.
De cómo hay un negociazo soterrado de gentes que graba conversaciones con equipos tecnológicos de punta, que pueden grabar durante un mes las 24 horas del día, sin que la víctima pueda advertirlo.
En una conocida plaza del centro de la ciudad existe una tienda que venden aparatos para interceptar llamadas, clonar teléfonos y hacer que, por ejemplo, si te llaman a tu número al mismo tiempo suene en otro aparato celular que ya le ha sido vendido al que solicita el servicio.
Antes, el espionaje telefónico estaba circunscrito a un personaje muy recordado en el país, o vamos a decir a dos personajes, pero ya existen muchos otros que ofrecen ese servicio.
Es así como recientemente un empresario del ramo automovilístico logró obtener una conversación telefónica de su esposa con otro comerciantes de vehículos, imagínense ustedes la que se armó. Ya seguiré con el tema.
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